Es una bacteria que habita en los intestinos de la mayoría de los animales sanos. Aunque existen diversos tipos que no son dañinos para los humanos, los que sí lo son causan infecciones del aparato excretor, meningitis, neumonía… Su aparición más leve en las embarazadas no provoca daños al feto y tampoco interfiere en la lactancia. Sin embargo, hay que controlarla y tratarla a tiempo para evitar males mayores. Para prevenir su aparición, evita la carne cruda, lava bien las frutas y verduras antes de ingerirlas y extrema tu higiene personal al lavar el baño o entrar en contacto con animales
Una bacteria muy peligrosa
La Escherichia coli (E-coli) es una bacteria que en su hábitat natural vive en los intestinos de la mayor parte de mamíferos sanos y en el agua estancada. Es el principal organismo anaerobio facultativo del sistema digestivo. En individuos sanos, es decir, si la bacteria no adquiere elementos genéticos que codifican factores virulentos, actúa como un comensal formando parte de la flora intestinal y ayudando así a la absorción de nutrientes.
Existen varios tipos de bacterias E-coli y la mayoría no son dañinas para los humanos, pero algunas sí pueden causar serias enfermedades. Habita en los intestinos y en la vagina y puede provocar infecciones intestinalesy extraintestinales generalmente severas, tales como infecciones del aparato excretor, meningitis, peritonitis, mastitis, septicemia y neumonía por bacterias gram negativas.
A la mayoría de las personas esta infección les causará dolores de estómago, algo de fiebre, gases, inapetencia, vómitos y diarrea; aunque muchas no presentan sintomatología alguna. Los enfermos pueden tener de leves molestias a graves complicaciones, que se generan pasadas las 24 a 72 horas desde que la bacteria ingresó al intestino.
En casos severos, puede haber diarrea con sangre, lo cual indica que hay que acudir al médico de inmediato. Raras veces las personas con infección de E-coli desarrollan una forma de fallo renal conocido como síndrome hemolítico-urémico, una condición médica muy seria que puede provocar un daño renal permanente.
Si el médico detecta síntomas de esta infección, analizará una muestra de heces. La mayoría de la gente sana se recupera en un par de días sin necesidad de tratamiento. Normalmente, se prescribe para la diarrea el consumo de abundante líquido y evitar la deshidratación. Cuando una persona enferma no debe ir a trabajar o asistir a lugares públicos para evitar el contagio masivo.
Si la bacteria ocasiona una infección urinaria (mucho más frecuente en las mujeres que en los hombres) sí harán falta antibióticos.
Algunas de las maneras en las que uno se puede infectar con E-coli son:
• Comer frutas y verduras contaminadas crudas o sin lavar.
• Beber leche y jugos no pasteurizados.
• Comer carne cruda o no bien cocida.
• Beber o nadar en agua infectada.
• Tener contacto con heces de animales de granjas o zoológicos infectados.
Una bacteria muy peligrosa
La Escherichia coli (E-coli) es una bacteria que en su hábitat natural vive en los intestinos de la mayor parte de mamíferos sanos y en el agua estancada. Es el principal organismo anaerobio facultativo del sistema digestivo. En individuos sanos, es decir, si la bacteria no adquiere elementos genéticos que codifican factores virulentos, actúa como un comensal formando parte de la flora intestinal y ayudando así a la absorción de nutrientes.
Existen varios tipos de bacterias E-coli y la mayoría no son dañinas para los humanos, pero algunas sí pueden causar serias enfermedades. Habita en los intestinos y en la vagina y puede provocar infecciones intestinalesy extraintestinales generalmente severas, tales como infecciones del aparato excretor, meningitis, peritonitis, mastitis, septicemia y neumonía por bacterias gram negativas.
A la mayoría de las personas esta infección les causará dolores de estómago, algo de fiebre, gases, inapetencia, vómitos y diarrea; aunque muchas no presentan sintomatología alguna. Los enfermos pueden tener de leves molestias a graves complicaciones, que se generan pasadas las 24 a 72 horas desde que la bacteria ingresó al intestino.
En casos severos, puede haber diarrea con sangre, lo cual indica que hay que acudir al médico de inmediato. Raras veces las personas con infección de E-coli desarrollan una forma de fallo renal conocido como síndrome hemolítico-urémico, una condición médica muy seria que puede provocar un daño renal permanente.
Si el médico detecta síntomas de esta infección, analizará una muestra de heces. La mayoría de la gente sana se recupera en un par de días sin necesidad de tratamiento. Normalmente, se prescribe para la diarrea el consumo de abundante líquido y evitar la deshidratación. Cuando una persona enferma no debe ir a trabajar o asistir a lugares públicos para evitar el contagio masivo.
Si la bacteria ocasiona una infección urinaria (mucho más frecuente en las mujeres que en los hombres) sí harán falta antibióticos.
Algunas de las maneras en las que uno se puede infectar con E-coli son:
• Comer frutas y verduras contaminadas crudas o sin lavar.
• Beber leche y jugos no pasteurizados.
• Comer carne cruda o no bien cocida.
• Beber o nadar en agua infectada.
• Tener contacto con heces de animales de granjas o zoológicos infectados.